Mezcla de sensaciones negativas, una mezcla a la que se suma la impotencia de que, como uno sólo es un hombre, no puede cambiar nada.
Asco por ver que cualquier desgraciado que tenga la capacidad de lamer bien los ojetes de los poderosos sea capaz de controlar cualquier cosa y tenga el poder de poder destruír todo aquello que le manden que destruya.
Pena por muchos que nos sentimos identificados por una supuesta idea de cambio, por quienes pensamos que aquellos que antaño ofrecían alternativas y sonrisas profident iban a cambiar la tiranía que ellos mismos practican.
Dolor me causa la desmovilización social y el borreguismo endémico de toda la sociedad jareña, a la que ofrecen pan y circo, conciertos de pop y procesiones y teatrillo del malo y andan como cuando un perro recibe un hueso después de llevar 3 semanas sin comer.
Pero amigas, amigos, nos queda la esperanza, para no ser pesimistas, de que podemos cambiar todo siempre y cuando colectivamente nos lo propongamos:
Evitemos su iglesia.
No vayamos a sus procesiones.
No votemos sus listas.
Luchemos contra el enchufismo.
Pensemos por nosotrxs mismxs.
Retiremos a los poderosos.
Trabajemos por el Pueblo.
Sigamos una cultura libre.
Creemos alternativas autogestionadas.
No acudamos a los actos oficiales.
Evitemos incluso hablar de ellos y sus esbirros.
Si pensamos colectivamente como Pueblo y nos olvidamos de las individualidades podremos hacer Pueblo. Si seguimos creyendo que nuestro ombligo es dios o de que el alcalducho facha de turno nos va a salvar o nos va a montar la fiesta entonces seguiremos cayendo en la mediocridad.
Salud y República.
Tema dedicado a todos esos fachas que nos quisieron engañar, esos fachas que ahora gobiernan en La Jara.
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