Para no perder las buenas costumbres, al igual que en mi anterior blog, Radio la Taberna, tocará una sesión discontínua e irregular de reflexiones de un borracho.
Esta vez me quiero referir a la falsedad. Es mala e imprescindible.
Todo se basa en ella. Si un buen día, por lo que sea, todo te sale mal, no te faltará quien te ataque, te minusvalore o te intente hundir sea de las maneras que sea. Pero como te vaya bien desde donde antaño te llegaban los ataques te llegarán los parabienes.
Al fin y al cabo nuestra existencia se basa en eso, para guardar las apariencias hay que actuar respecto actúa el común. Por desgracia si actuamos por nosotrxs mismxs siempre seremos blanco tanto de todas las críticas como de todas las iras.
Con los años el que os escribe ha sabido llevar bien ese tema; pero llega un momento en el que uno reflexiona y dice: ¿No estaré traicionando mis principios? y la siguiente respuesta es SI, rotundamente. ¿Pero qué hacemos?
Con lo cual, después de la parrafada que os he dado, quiero vender consejos que para mí no tengo: Actúa como eres, pasa de las críticas, sé tú mismx, no tengas prejuicios, sé solidarix, piensa en la gente e intenta ser buena persona. Quizá no triúnfes, pero al menos, tendrás la conciencia tranquila, por mucho que quieran sodomizarte.
Reflexiones de un borracho allá por las 10 de la mañana.
Salud.
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